miércoles, 6 de abril de 2016

Tai chi y cáncer de mama. Una experiencia.

Hace algo más de un año que me diagnosticaron cáncer de mama.
Después de un largo y traumático tratamiento de quimioterapia, de una mastectomía completa (incluido la extirpación de 24 ganglios) y de 28 sesiones de radioterapia, me aconsejaron practicar tai-chi para recuperar la movilidad del brazo afectado. Consejo que seguí y de lo que me alegro porque enseguida vi sus efectos positivos.
Tenía el brazo adormecido y con hormigueo y, aunque parezca mentira, en el primer día de clase al realizar el ejercicio del dragón nadador se me quitaron los hormigueos y no he vuelto a sentirlos desde entonces.
Casi todos los días práctico un rato de tai-chi y lo recomiendo a todas las mastectomizadas.

Para mí, el dragón nadador es mi ejercicio “fetiche”.
Antonia García.